El 22 de mayo arribó a esta parroquia de San Gerardo de la periferia de Madrid el Icono peregrino de la Virgen misionera del Perpetuo Socorro. Vino a los suyos y la recibimos con la misma alegría que su prima Isabel. También nos traía a su Hijo, no en el seno, sino en el brazo. Su peregrinación es ligera, no precipitada, pues se detiene donde la reciben y así va por toda Europa hasta quedarse en Albania.
Expuesto el cuadro en la iglesia, al lado del otro cuadro más grande y permanente, realzaba por su colorido y expresividad. Ante él vinieron los niños de nuestro colegio Gamo-Diana. Con su ingenuidad y sencillez, todavía no apagada por los respetos humanos, manifestaron los sentimientos que les causaban las distintas figuras del Icono: La mamá con sus ojos tristes, el niño con su cara asustada y los dos angelitos con los instrumentos dolorosos de la pasión.
Espontáneamente expusieron a la Virgen sus peticiones y pidieron su consentimiento para colocarse en el brazo derecho, preguntando antes al Niño Jesús si quería tener un hermanito a su lado.
El viernes 26 de Mayo a las 20,30 horas la Virgen desde su Icono contempló a los fieles que, con cara de curiosidad y, sobre todo, de cariño, entraban en el templo. La mayoría procedía de la parroquia y algunos de las 7 parroquias del arciprestazgo.
Los estudiantes redentoristas demostraron su amor al Perpetuo Socorro, dirigiendo la vigilia de oración. Consiguieron avivar el amor a María con sus reflexiones, cantos, relatos, peticiones en las 350 personas que llenaban el templo.
El sábado, día 27, nuestra madre del Perpetuo Socorro estuvo con los enfermos. El Icono fue el punto de encuentro entre la Madre de la Pasión e hijos que sufren. A las 13:00 horas se reunieron en el templo 49 enfermos con algunos familiares para recibir el Sacramento de la Santa Unción. Fue una celebración festiva, donde todos los participantes nos sentimos fortalecidos en el cuerpo y llenos de vida y, sobretodo, conformidad para seguir aceptando con ánimo valeroso las limitaciones de la edad, los sufrimientos corporales y las angustias del alma.
Por la tarde los visitadores de enfermos, llevando el Icono, y con la presencia de los estudiantes, acudimos a los hogares de las personas impedidas, donde, en un tono animado y hasta festivo, cantamos y oramos ante la Virgen del Perpetuo Socorro y, según la solicitud de los inquilinos les administramos los sacramentos de la reconciliación Santa Unción y comunión.
El domingo 28 convocamos a las familias de la parroquia a la Eucaristía de las doce horas, para que, junto con María y teniéndola como ejemplo, se conviertan en misioneros en este mundo, que sigue necesitando de la ternura de las madres, del amor de los padres y del cariño y obediencia de los hijos.
En esta celebración, dentro de la Ascensión, los matrimonios renovaron sus compromisos matrimoniales y sus hijos se comprometieron a cuidar de sus padres cuando lo necesiten. ¿Conseguirá la Virgen del Perpetuo Socorro, señalando con su mano al Hijo, que las relaciones familiares estén reguladas por el amor que nos mandó y que la oración de una niña: “Que mi mamá y mi papá se quieran” sea realidad?
La Eucaristía terminó en un ambienté alegre. Muchos fueron los encargos que le dimos al Icono para las parroquias que sigan acogiéndolo: “Nuestros saludos fraternales, nuestros deseos de paz y alegría, nuestro amor para cuantos se acerquen a contemplar a la Virgen del Perpetuo Socorro”. De aquí partió hacia nuestra comunidad de Santander.
Comunidad de San Gerardo de Madrid
Expuesto el cuadro en la iglesia, al lado del otro cuadro más grande y permanente, realzaba por su colorido y expresividad. Ante él vinieron los niños de nuestro colegio Gamo-Diana. Con su ingenuidad y sencillez, todavía no apagada por los respetos humanos, manifestaron los sentimientos que les causaban las distintas figuras del Icono: La mamá con sus ojos tristes, el niño con su cara asustada y los dos angelitos con los instrumentos dolorosos de la pasión.
Espontáneamente expusieron a la Virgen sus peticiones y pidieron su consentimiento para colocarse en el brazo derecho, preguntando antes al Niño Jesús si quería tener un hermanito a su lado.
El viernes 26 de Mayo a las 20,30 horas la Virgen desde su Icono contempló a los fieles que, con cara de curiosidad y, sobre todo, de cariño, entraban en el templo. La mayoría procedía de la parroquia y algunos de las 7 parroquias del arciprestazgo.
Los estudiantes redentoristas demostraron su amor al Perpetuo Socorro, dirigiendo la vigilia de oración. Consiguieron avivar el amor a María con sus reflexiones, cantos, relatos, peticiones en las 350 personas que llenaban el templo.
El sábado, día 27, nuestra madre del Perpetuo Socorro estuvo con los enfermos. El Icono fue el punto de encuentro entre la Madre de la Pasión e hijos que sufren. A las 13:00 horas se reunieron en el templo 49 enfermos con algunos familiares para recibir el Sacramento de la Santa Unción. Fue una celebración festiva, donde todos los participantes nos sentimos fortalecidos en el cuerpo y llenos de vida y, sobretodo, conformidad para seguir aceptando con ánimo valeroso las limitaciones de la edad, los sufrimientos corporales y las angustias del alma.
Por la tarde los visitadores de enfermos, llevando el Icono, y con la presencia de los estudiantes, acudimos a los hogares de las personas impedidas, donde, en un tono animado y hasta festivo, cantamos y oramos ante la Virgen del Perpetuo Socorro y, según la solicitud de los inquilinos les administramos los sacramentos de la reconciliación Santa Unción y comunión.
El domingo 28 convocamos a las familias de la parroquia a la Eucaristía de las doce horas, para que, junto con María y teniéndola como ejemplo, se conviertan en misioneros en este mundo, que sigue necesitando de la ternura de las madres, del amor de los padres y del cariño y obediencia de los hijos.
En esta celebración, dentro de la Ascensión, los matrimonios renovaron sus compromisos matrimoniales y sus hijos se comprometieron a cuidar de sus padres cuando lo necesiten. ¿Conseguirá la Virgen del Perpetuo Socorro, señalando con su mano al Hijo, que las relaciones familiares estén reguladas por el amor que nos mandó y que la oración de una niña: “Que mi mamá y mi papá se quieran” sea realidad?
La Eucaristía terminó en un ambienté alegre. Muchos fueron los encargos que le dimos al Icono para las parroquias que sigan acogiéndolo: “Nuestros saludos fraternales, nuestros deseos de paz y alegría, nuestro amor para cuantos se acerquen a contemplar a la Virgen del Perpetuo Socorro”. De aquí partió hacia nuestra comunidad de Santander.
Comunidad de San Gerardo de Madrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario