En la Semana Santa hacemos memoria del Misterio Pascual del Señor que se celebra sacramentalmente en el templo, se vive en el corazón y se manifiesta en la calle.
Las salidas procesionales y estaciones de penitencia que nacen de la liturgia y a ella deben conducir, pueden llegar a ser, si se hacen con devoción y dignidad cristiana, valiosas catequesis plásticas en sus recorridos por las calles.
Son una predicación del Misterio Pascual, esto es, de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Se puede afirmar que son fe que se hace cultura, expresión estética de un corazón creyente, fe que se hace sentimiento, sentimiento que lleva a la fe.
En las procesiones se contemplan las páginas evangélicas hechas carne de madera viviente por los imagineros, y hacen vivir el Evangelio a aquellos que las contemplan con verdadero espíritu de fe.
La historia y la tradición de nuestra fe en Madrid también ha dejado una hermosa huella que año tras año es celebrada por una mayor cantidad de personas. La belleza de los pasos, el contexto religioso de esos días, y el marco histórico de la ciudad de Madrid, permite un momento único que no debemos dejar pasar.
Contemplar a Jesús "el pobre", o la salida aclamada del Cristo de Medinaceli, o la preciosa imagen del Divino Cautivo, o la Virgen de las Angustias (Los gitanos), el Cristo de los Alabarderos (Palacio Real), o la Esperanza Macarena...
Toda la información sobre horarios y recorrido de las procesiones en Madrid, lo tienes en http://www.archimadrid.es
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