5 DE JUNIO: CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS, Una fiesta propia de la tradición redentorista

Esta es una fiesta poco conocida. Pasa muchos años desapercibida. Es, además, algo prácticamente exclusivo de los Redentoristas. En el pasado existieron cofrades que alimentaron su devoción, e incluso algunas representaciones en el terreno de la imaginería y la pintura, pero no demasiadas. Por ser algo "nuestro" hoy lo queremos recuperar y dar a conocer.

A los Redentoristas les sucede algo curioso: no tienen nada exclusivo. El carisma, las fiestas especiales, las imágenes más representativas, incluso las devociones más tradicionales en la historia de la Congregación, son comunes a toda la Iglesia. El carisma es el de toda la Iglesia: la misión. El Icono más importante, el Perpetuo Socorro, lo es por encargo de un Papa y no de fundadores o santos propios: "extended su devoción por todo el mundo". Incluso esta fiesta de hoy es un encargo, hace más de un siglo, a partir de una decisión pontificia.

Sin embargo, la historia ha marcado esta especial celebración para la Congregación del Santísimo Redentor (Redentoristas), ya que S.S. el Papa León XIII erigió en la iglesia redentorista de San Joaquín de Roma una Archicofradía bajo el título del Corazón Eucarístico de Jesús...

Si quieres saber más... http://www.redentoristas.org/Páginas/Celebramos/santbeatmart/archsanalfonso/Corazon_Eucaristico_sanAlfonso.html

Oración de San Alfonso

Jesús mío, que sea ésta oración que ahora te digo la que siempre repita en la comunión:

VIVAMOS SIEMPRE UNIDOS Y NO NOS SEPAREMOS JAMÁS.

Yo sé bien que Tú no eres quien se alejará de mí, si no que seré yo quien primero me separe, y éste es mi miedo: que en lo que viene me separe de Ti por el pecado,

como me ha sucedido hasta ahora.

¡No lo permitas, mi amado Redentor, no permitas que me separe de TI!
Corro este peligro hasta la muerte.Por todo lo que significa tu pasión y tu muerte,

te ruego que antes me hagas morir, que ofenderte otra vez con mis desobediencias.

Te lo repito y, ayudado por tu gracia divina, lo repetiré sin parar:

¡no permitas que me separe de Ti! ¡no permitas que me separe de Ti!

Te amo, ¡oh Dios de mi alma!, te amo, y quiero amarte siempre, y te quiero amar solo a Ti.

Declaro ante el cielo y la tierra que solo a Ti quiero amar y nada más.