Ha comenzado la cuenta atrás. Estamos a ocho días de las fiestas pascuales del Nacimiento de Jesús. Las profecías, los augurios en torno al advenimiento del Señor se convierten en motivo de oración y se comprenden de forma más viva.
La bendición de Jacob sobre Judá, la promesa de que no se apartará de él el cetro, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos, al inicio del octavario previo al nacimiento de Jesús, se comprende que tiene realización en el Mesías, el que esperamos.
La Iglesia se une a la alegría desbordante, los cristianos cantan las posadas, acompañan a María y a José en su camino hacia Belén, viven las jornadas más entrañables del año, porque todos esperamos el nacimiento de Jesús, nacido de María, esposa de José.
Las Posadas son una tradición de origen español, casi desaparecida aquí, que aún se celebra hoy en día en algunos países de Latinoamérica durante los días previos a la Navidad. En algunos países, tales como Colombia y Ecuador, se las suele llamar también "novena" en alusión a los nueve días durante los cuales se celebra.
Uno de los primeros evangelizadores, el fraile agustino Diego de Soria, solicitó autorización al Papa para celebrar nueve misas en los días anteriores a la navidad para celebrar el nacimiento de Cristo como el verdadero sol y luz del mundo, a lo que el Vaticano dió dicha autorización, por lo que los agustinos promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas."
La práctica de las posadas, de origen español, se originó en el poblado de San Agustín Acolman, al noroeste de la Ciudad de México, pues fue uno de los primeros lugares donde se establecieron estos religiosos para realizar su tarea evangelizadora.
En 1587, fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V la bula autorizando la celebración en el Virreinato de la Nueva España de unas Misas, llamadas de aguinaldo del 16 al 24 de diciembre y que se realizarían en los atrios de las iglesias. Junto con las misas se representaban escenas de la Navidad. Luego de la Misa se realizaban festejos con luces de bengala, cohetes, piñatas y villancicos.
En el siglo XVIII, la celebración, aunque no dejó de realizarse en las iglesias, pasó a tomar más fuerza en los barrios y en las casas, y la música religiosa fue sustituida por el canto popular.
De la evangelización representaron en las posadas el peregrinar de José y la Virgen María a su salida de Nazaret en camino a Belén para empadronarse en el censo ordenado por César Augusto y, posteriormente, el nacimiento de Jesús. Esta representación se conforma de nueve posadas, que se inician el 16 de diciembre y consiste en solicitar alojamiento en ese simbólico camino a Belén hasta el día 24 de diciembre, víspera del nacimiento de Jesús. Durante este peregrinar se hacen notar las penurias por las que tuvieron que pasar hasta encontrar alojamiento en la cueva de Belén.
La forma de celebrarse varía según el país donde se realicen, además de que ha ido desapareciendo la tradición de celebrarse como se hacía antes y en muchas ocasiones son únicamente fiestas con pretexto de posadas.
Se celebran del 16 de diciembre al 24 y tradicionalmente, se celebra cada día en una casa diferente del barrio.
El esquema más generalizado es el siguiente:
1.- Se realiza una procesión de la gente del barrio llevando a los "peregrinos", es decir, una representación de José y María, ésta puede ser bien un conjunto escultórico de las imágenes de José guiando al burrito sobre el que monta María, o bien, algunas personas -generalmente niños- disfrazados que los representan. La gente que va en la procesión lleva velas de colores en las manos.
La bendición de Jacob sobre Judá, la promesa de que no se apartará de él el cetro, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos, al inicio del octavario previo al nacimiento de Jesús, se comprende que tiene realización en el Mesías, el que esperamos.
La Iglesia se une a la alegría desbordante, los cristianos cantan las posadas, acompañan a María y a José en su camino hacia Belén, viven las jornadas más entrañables del año, porque todos esperamos el nacimiento de Jesús, nacido de María, esposa de José.
Las Posadas son una tradición de origen español, casi desaparecida aquí, que aún se celebra hoy en día en algunos países de Latinoamérica durante los días previos a la Navidad. En algunos países, tales como Colombia y Ecuador, se las suele llamar también "novena" en alusión a los nueve días durante los cuales se celebra.
Uno de los primeros evangelizadores, el fraile agustino Diego de Soria, solicitó autorización al Papa para celebrar nueve misas en los días anteriores a la navidad para celebrar el nacimiento de Cristo como el verdadero sol y luz del mundo, a lo que el Vaticano dió dicha autorización, por lo que los agustinos promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas."
La práctica de las posadas, de origen español, se originó en el poblado de San Agustín Acolman, al noroeste de la Ciudad de México, pues fue uno de los primeros lugares donde se establecieron estos religiosos para realizar su tarea evangelizadora.
En 1587, fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V la bula autorizando la celebración en el Virreinato de la Nueva España de unas Misas, llamadas de aguinaldo del 16 al 24 de diciembre y que se realizarían en los atrios de las iglesias. Junto con las misas se representaban escenas de la Navidad. Luego de la Misa se realizaban festejos con luces de bengala, cohetes, piñatas y villancicos.
En el siglo XVIII, la celebración, aunque no dejó de realizarse en las iglesias, pasó a tomar más fuerza en los barrios y en las casas, y la música religiosa fue sustituida por el canto popular.
De la evangelización representaron en las posadas el peregrinar de José y la Virgen María a su salida de Nazaret en camino a Belén para empadronarse en el censo ordenado por César Augusto y, posteriormente, el nacimiento de Jesús. Esta representación se conforma de nueve posadas, que se inician el 16 de diciembre y consiste en solicitar alojamiento en ese simbólico camino a Belén hasta el día 24 de diciembre, víspera del nacimiento de Jesús. Durante este peregrinar se hacen notar las penurias por las que tuvieron que pasar hasta encontrar alojamiento en la cueva de Belén.
La forma de celebrarse varía según el país donde se realicen, además de que ha ido desapareciendo la tradición de celebrarse como se hacía antes y en muchas ocasiones son únicamente fiestas con pretexto de posadas.
Se celebran del 16 de diciembre al 24 y tradicionalmente, se celebra cada día en una casa diferente del barrio.
El esquema más generalizado es el siguiente:
1.- Se realiza una procesión de la gente del barrio llevando a los "peregrinos", es decir, una representación de José y María, ésta puede ser bien un conjunto escultórico de las imágenes de José guiando al burrito sobre el que monta María, o bien, algunas personas -generalmente niños- disfrazados que los representan. La gente que va en la procesión lleva velas de colores en las manos.
2.- En cada casa por la que pasa, canta un verso pidiendo posada (alojamiento) y dentro les contestan con otro verso, rechazando el alojamiento, alegando que no hay lugar para ellos.
3.- Al llegar la procesión a la casa donde se celebrará la fiesta, se canta otro verso pidiendo posada, luego del cual, desde adentro les contestan, cantando también, invitándoles a entrar y recibiéndoles con alegría.
4.- vez dentro de la casa, bien frente al nacimiento, bien frente a los "peregrinos", todos los participantes rezan el Rosario, intercalado con cánticos propios para la posada.
5.- Después de las oraciones, llega el momento de la fiesta, en la cual se consumen alimentos tradicionales que pueden ser ponche, atole, tamales y se reparte el aguinaldo.
6.- La culminación de la fiesta es el momento de romper la Piñata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario