La minoría cristiana del sur de Sudán ha sufrido horrendos ataques en las últimas semanas por parte del Ejército de Liberación del Señor, una milicia terrorista nacida en Uganda y que desde hace unos años opera en el lado sudanés de la frontera. Esta guerrilla mezcla la brujería, eslóganes monoteístas y mesiánicos, drogas y el uso de niños soldados para cometer todo tipo de desmanes. En agosto, los atacantes profanaron la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, en el Estado de Ecuatoria Occidental y secuestraron a 17 personas, la mayoría de ellas adolescentes y jóvenes. Poco después, uno de los secuestrados fue encontrado muerto, atado a un árbol y mutilado.De los 17 desaparecidos, tres volvieron al día siguiente; no se sabe el paradero del resto.
Clavados a la tierra
Una semana después de este atentado, seis personas fueron capturadas en un bosque y clavadas con trozos de madera a la tierra. Quienes descubrieron los cuerpos varios días más tarde lo compararon a una grotesca escena de crucifixión. Mientras tanto, llegaron informaciones de que doce personas más fueron secuestradas en otra aldea cercana.
«El Gobierno no se preocupa del problema. Seguían prometiendo que tenían el asunto bajo control, pero ahora vemos la realidad», denunció el obispo de Tombura-Yambio, Edward Hiiboro Kussala, a la asociación internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada. «La gente viene a mí con sufrimiento en los ojos, rogándome hacer algo sobre la situación, conseguir que vuelvan sus hijos y nietos que han desaparecido». El obispo explicó que los tres días de oración y peregrinación se centraron en «afrontar lo que ha sucedido en Ecuatoria Occidental y renovar nuestra vida espiritual. Deseamos hacer una protesta silenciosa para decir al Gobierno que las cosas no están yendo bien».Sudán sufrió una guerra de más de 20 años entre el norte islámico y de lengua árabe y las poblaciones del sur, animistas o cristianas. Después de dos millones de muertos, se logró una paz en 2005 que daba cierta autonomía al sur de Sudán. La guerrilla del Ejército de Liberación del Señor, que durante muchos años luchó en Uganda con armamento y entrenamiento sudanés, se retiró recientemente de Uganda para establecerse en el sur de Sudán. El secuestro de niños y jóvenes como esclavos y soldados es su especialidad.
«Aún existe la esclavitud»
En 1877 el mítico general Charles Gordon acabó con la esclavitud en el Sudán británico. Ha llovido mucho desde entonces, pero el norte musulmán sigue capturando, vendiendo y traficando con esclavos negros del sur. «Lo niegan en los foros internacionales, pero aquí se captura, vende y maltrata a una persona por el precio de un perro en Europa», ha denunciado a este diario el obispo de Rumbek, Cesare Mazzolari. «En Sudán hay esclavos sexuales y laborales y el mundo no quiere verlo. Tampoco es cosa que se arregle con un bombardeo», dice el obispo.
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