La Cruz, podium de la Gloria
Hoy se cumple la cuarentena que se iniciaba el día 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del Señor. Desde aquel resplandor, se comprende la exaltación de la Cruz.
“Se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. (Flp 2, 8-9)
“A este Jesús Dios le resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos. Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís” (Act 2, 34-35)
Desde el misterio de Cruz de Cristo exaltada, se pueden comprender algunas paradojas:
Cuando llegues al límite, experimentarás la fuerza de la gracia.
Cuando sufras el despojo de los que amas, experimentarás que Dios es más.
Cuando te atrevas a correr el riesgo de la obediencia a la llamada, gustarás la verdad de que se cumple la promesa del Evangelio de recibir cien veces más.
Cuando sientas que no llegas a alcanzar la meta, averiguarás el secreto de la confianza.
Cuando pierdas las razones lógicas de recorrer el camino del seguimiento, escucharás en tu corazón indicaciones llenas de sabiduría que serán luz.
Cuando sientas la extrema soledad, descubrirás la presencia compañera más íntima.
Cuando pienses que todo parece perdido, tu pobreza se tornará riqueza.
(Angel Moreno, de Buenafuente)
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