Silencio: “Cuando la noche mediaba su carrera, y un silencio en calma lo envolvía todo, tu Palabra se precipitó sobre la tierra”.
Contemplación: “María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.”
“Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.”
“La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.”
Adoración: al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios.»
“Nos ha amanecido un día sagrado: venid, naciones, adorad al Señor, porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.”
Cánticos: Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre.
Prontitud y obediencia: Vamos derechos a Belén, a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el Señor. Fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en el pesebre.”
Alabanza y acción de gracias: “Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho”.
Apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama».”
Ternura: “Encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.
Amor: “La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.” Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Conocimiento de Dios: “Este es de quien dije: «el que viene detrás de mi pasa delante de mi, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia: porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: El Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.”
Testimonio: ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria!
(Angel Moreno, de Buenafuente)
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