En la tarde noche del Miércoles Santo, bendecidos bajo una torrencial lluvia del mes de abril, nos fuimos encontrando entorno a una cincuentena de jóvenes creyentes, believers todos, venidos principalmente de Madrid, aunque también los hubo de Andalucía y Asturias, así como de la propia Segovia, provincia que nos acogía en esta Pascua 2012.
Un amplio equipo de redentoristas, compuesto por los Estudiantes Carlos Galán, Pablo, Damián Mª y los Padres Carlos Sánchez y Miguel, quienes tenían el gozo y la alegría de celebrar juntos su primera pascua como sacerdotes, dieron la bienvenida e invitaron a vivir estos días con alegría, recogimiento, y sobre todo con un especial espíritu misionero. Una Pascua, que, como repetidas veces se fue diciendo y viviendo, fue esencialmente misionera.
Uno de los momentos más especiales de cada día era cuando en la tarde, después de haber preparado la celebración y ensayado todos juntos los cantos, puestos en pie hacíamos la oración de envío misionero:
…Nosotros, seguidores de tu Hijo, jóvenes creyentes que celebramos su Pascua hemos sido enviados a realizar su misma misión… Somos limitados y pecadores, pero con alegría e ilusión nos entregamos a tu servicio, nos dedicamos a tu Reino, queremos servir al Evangelio, queremos realizar la Misión. Gracias por enviarnos.
Así éramos enviados por pequeños grupos de jóvenes a los distintos pueblos de la zona, a celebrar la eucaristía, los oficios o celebraciones de la palabra junto a dos ministros de la palabra de los pueblos y los redentoristas. Fue precioso poder animar con los cantos y gestos y celebrar junto a la gente sencilla de los Navares de las Cuevas, de Enmedio, de Ayuso, de Barbolla, El Olmillo y Aldeonte que con gran alegría nos esperaban y recibían cada día.
¡Feliz Pascua de Resurrección!. P. Miguel Castro, cssr.
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