lunes, 5 de noviembre de 2012

Una reflexión sobre la festividad de Todos los Santos.

En un mundo como el nuestro, en que hay tanto déficit de alegría y de optimismo, en que a veces incluso uno llega a pensar que la vida no tiene mucho sentido, la fiesta de hoy nos invita a todos a tener ánimos. Pero la razón última está en la iniciativa de Dios: nos ha hecho a sus hijos, nos ha incorporado -ya ahora- a su misma vida. Aunque la comunión con él será total sólo al final del camino. Al final está el triunfo y la comunión perfecta.

TODOS LLAMADOS A LA SANTIDAD.

Santidad/seguimiento: todos los santos que hoy celebramos nos demuestran que seguir a Cristo es posible y eso es la santidad. Santo/Quién-es: La fiesta de hoy es una LLAMADA A LA SANTIDAD para todos nosotros. Ser santos no es hacer necesariamente milagros, ni dejar obras sorprendentes para la historia. Es difícil definir lo que es la santidad, pero todos esos santos que hoy celebramos nos demuestran que seguir a Cristo es posible, y que eso es la santidad. Tuvieron defectos. No eran perfectos. Cometieron pecados. Fueron "normales". Pero creyeron en el Evangelio y lo cumplieron. Algunos han dejado huella profunda. Otros han pasado desapercibidos. A todos les honramos hoy. Y aceptamos su invitación a seguir su camino. La "Lumen Gentium", Concilio Vaticano II en sus números 39-41, que hace un llamamiento a la santidad a los cristianos de todos los estados.

LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS ES NUESTRA FIESTA DE FAMILIA.

Son hermanos nuestros. De nuestra raza. De nuestra familia. No ángeles o héroes de otro planeta. Han seguido el mismo camino que nosotros, el Apocalipsis dice que "vienen de la gran tribulación" y ahora triunfan por haber sido fieles a su fe. A la vez que interceden por nosotros, ellos son la prueba viviente de que es posible ser fiel a Cristo en cualquier situación: el prefacio vale la pena adelantarlo: "nos encaminamos alegres hacia la Jerusalén celeste", "guiados por la fe y animados por la gloria de los Santos: en ellos encontramos ejemplo y ayuda para nuestra debilidad".

Pero también es LA FIESTA DE CRISTO. Es su mayor éxito: el que a lo largo de los siglos tantos millones de personas hayan creído en Él y hayan aceptado su plan de vida.

LAS BIENAVENTURANZAS CAMINO DE SANTIDAD.

Lo común de todos ellos parece indicarlo el evangelio: EL CAMINO DE LAS BIENAVENTURANZAS, que cada uno en sus circunstancias ha seguido y vivido. Nos presenta un proyecto de felicidad desde esta vida. Son nueve situaciones de hecho. Y nueve promesas de esperanza. JESÚS PONE TODO EL ACENTO EN ESAS NUEVE SITUACIONES. Son las nueve condiciones para alcanzar el Reino de los Cielos y la recompensa del cielo. Las nueve indican conductas relacionadas con la vida, con esta vida, con las condiciones y actitudes desde las que se puede hacer algo eficaz para que esta vida sea más humana, más soportable, más llevadera, más feliz. Los que viven así en esta vida, y sólo los que viven así en esta vida, tienen garantizada la promesa de felicidad sin fin en esa forma de existencia en la que soñamos, aunque nos cuesta creer en ella, y a la que denominamos vida eterna. Es, en definitiva, la vida de todos los santos.

Sor Emérita, Hija de María Auxiliadora (Salesianas)

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