lunes, 6 de julio de 2015

CAMINO DE SANTIAGO, ADOLESCENTES, 2015.- UN TESTIMONIO DESPUÉS DEL CAMINO...

Pues mira... para mi el camino ha sido una experiencia. Una experiencia de superación fisica puesto que en muchos momentos mi cuerpo me decía que no podía más, me fallaban las fuerzas. En esos momentos algo pasaba, sentía una sensación extraña que me daba ánimos, me decía que podía conseguirlo. A eso por supuesto se le sumaba que a mi lado iba siempre mi amiga Andrea. Creo que si hubiera ido sola no lo hubiera logrado. Tenerla al lado me dio fuerza.

El segundo día del camino fue el más importante para mi. Conocí y hablé con gente que, seguramente, en mi vida normal ni les hubiera dicho un simple "hola". Es esa frase, "Buen Camino", la que une personas. Se la dices a todo el que pasa por tu lado, sin importar de donde venga, sin importar nada. Es gracias a esa frase donde he conocido a grandes personas: Juani, una abuelita riquísima de Los Ángeles, de la cual me gustaría resaltar su fortaleza. Hacía el camino desde Francia a sus 62 años. Llevaba andando desde mayo sola, sin su familia. Era alucinante.

Conocí también a Vicente, conocido como "El chino canadiense". De él destaco su alegría y sus ganas de pasárselo bien. En momentos de mucho cansancio, hablar con él me ayudo. Junto a Vicente iba un pequeño grupo de mujeres de Tarragona. He de decir que me ofrecieron su casa cuando fuera allí. Me dijeron que no dudara en llamarlas cuando estuviera en Tarragona. Y tengo certeza que lo decían de verdad, así lo sentí yo. De lo que me di cuenta nada mas acabar esta segunda etapa es que estaba confusa. Todos estamos llenos de prejuicios hacia otras personas. Os puedo asegurar que este camino es mágico. Nadie piensa mal de nadie. Todos encajamos con todos y siendo de zonas totalmente diferentes.

Uno también aprende a valorar. Cada cosa que había en la mochila pesaba. En muchas ocasiones me preguntaba, ¿para que habré metido esto? He aprendido a valorar y que cuando eliges algo en tu vida, no es que estés renunciando a hacer otra cosa, sino que estás seguro de que quieres ir por el camino que te hará más feliz. 

Ahora puedo decir que las personas son buenas por naturaleza: Dios estaba en todas las personas que hacían ese camino, de verdad que lo se. Estaba también en los preciosos paisajes, en el cantar de los pájaros, en los gritos de ánimos para seguir, en todos mis compañeros y catequistas, en Juanqui y en Juan Pablo. Es lo que más me ha ayudado: saber que mirara donde mirara, pisara donde pisara, Dios estaba allí.

Por ultimo me gustaría intentar describir la sensación que tuve al llegar a la Catedral de Santiago. Entramos Andrea, Iciar, Mario, David y yo corriendo de la mano. Fue alucinante. Cinco días caminando, deseando llegar y ahí la teníamos, delante de nosotros...¡lo habíamos conseguido! 

Y sí, todo se puede lograr. Sólo necesitas llevar en la "mochila" lo mas importante para ti. En mi caso metería a mis amigos, esos que están siempre a pesar de todo lo que pueda pasar. A mi familia, esa unión de sangre y de cariño que se forma y que sabes que siempre te van a querer y ayudar. Y por supuesto a Dios. El que me impulsó a hacer el Camino y que sin su fuerza y su amor yo no hubiera podido lograrlo. Y es ahora cuando miro hacia atrás y me doy cuenta que todo ha valido la pena.

Clara Poveda 
Adolescentes San Gerardo




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