Su obra sanitaria crece un 11 por ciento, al mismo ritmo que los fieles
La Iglesia celebró la semana pasada el Día del Enfermo y recordó algunas cifras sobre la obra sanitaria católica, que tiene una dimensión mundial. Del año 2000 al 2007 (último del que se tienen datos completos) la Iglesia católica ha creado o adquirido la responsabilidad de 2.407 centros sanitarios más, hasta alcanzar los 39.435, considerando como tales a los hospitales, dispensarios, leproserías y hogares para enfermos, ancianos y minusválidos. Desde el año 2000, significa un crecimiento del 10,6 por ciento, que coincide con el crecimiento en el número de los católicos en el mundo, que eran 1.050 millones al empezar el siglo y 1.147 millones en 2007, un 11 por ciento más. En este tiempo, la Iglesia ha ido cerrando o transfiriendo un tercio de sus leproserías (de 787 a 521) y casi uno de cada diez hospitales (de 5.853 a 5.378). En cambio, se ha centrado en abrir 1.633 dispensarios más (hasta alcanzar los 18.088) y 1.525 casas para enfermos o minusválidos (ya son 15.448).
Obras pioneras
Por lo general, la Iglesia va traspasando algunos servicios que los Estados occidentales pueden asumir, mientras crea nuevas obras pioneras allí donde son más necesarias: los dispensarios llegan a los lugares más recónditos de África o Asia, y la atención a enfermos crónicos y abandonados requiere una constancia especial que ofrecen las órdenes religiosas y que mucho personal retribuido no querría ejercer. Otro ejemplo, ya fuera del ámbito sanitario, son los orfanatos. Hace poco eran infrecuentes en África: los parientes acogían a los huérfanos. Pero el sida ha devastado regiones enteras y desde 1998 la Iglesia ha abierto 1.200 orfanatos nuevos en todo el mundo, muchos de ellos en África.
La Iglesia celebró la semana pasada el Día del Enfermo y recordó algunas cifras sobre la obra sanitaria católica, que tiene una dimensión mundial. Del año 2000 al 2007 (último del que se tienen datos completos) la Iglesia católica ha creado o adquirido la responsabilidad de 2.407 centros sanitarios más, hasta alcanzar los 39.435, considerando como tales a los hospitales, dispensarios, leproserías y hogares para enfermos, ancianos y minusválidos. Desde el año 2000, significa un crecimiento del 10,6 por ciento, que coincide con el crecimiento en el número de los católicos en el mundo, que eran 1.050 millones al empezar el siglo y 1.147 millones en 2007, un 11 por ciento más. En este tiempo, la Iglesia ha ido cerrando o transfiriendo un tercio de sus leproserías (de 787 a 521) y casi uno de cada diez hospitales (de 5.853 a 5.378). En cambio, se ha centrado en abrir 1.633 dispensarios más (hasta alcanzar los 18.088) y 1.525 casas para enfermos o minusválidos (ya son 15.448).
Obras pioneras
Por lo general, la Iglesia va traspasando algunos servicios que los Estados occidentales pueden asumir, mientras crea nuevas obras pioneras allí donde son más necesarias: los dispensarios llegan a los lugares más recónditos de África o Asia, y la atención a enfermos crónicos y abandonados requiere una constancia especial que ofrecen las órdenes religiosas y que mucho personal retribuido no querría ejercer. Otro ejemplo, ya fuera del ámbito sanitario, son los orfanatos. Hace poco eran infrecuentes en África: los parientes acogían a los huérfanos. Pero el sida ha devastado regiones enteras y desde 1998 la Iglesia ha abierto 1.200 orfanatos nuevos en todo el mundo, muchos de ellos en África.
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