Clemente María Hofbauer fue beatificado el 29 de enero de 1888 por el Papa León XIII y canonizado como santo de la Iglesia católica el 20 de mayo de 1909. En 1914, el Papa Pío X le concede el título de Apóstol y Patrón de Viena.
Hoy, a más de 150 años de su muerte, la fiesta anual de san Clemente es celebrada de modo especial por la población de Viena. ¿Qué hizo de Clemente Hofbauer un santo? No hizo ningún milagro que pudiera asombrar a nadie, no tuvo ni visiones ni éxtasis capaces de impresionar. Tuvo incluso algunos defectos -un carácter alemán irascible-. Pero si se nos hubiera concedido estar algún tiempo junto a él, hubiéramos descubierto que era un hombre de fe extraordinariamente firme, un hombre tranquilo y de extraordinaria paz, un hombre capaz de trabajar por el bien de las almas sin fatigarse jamás.
Precisamente por el modo tan sencillo en que se hizo santo, san Clemente continúa siendo hoy para todos nosotros un modelo de santidad.
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