La celebración de la Eucaristía del segundo día del Triduo gozó con la visión del templo lleno: niños, jóvenes, adultos, mayores... San Gerardo nos miraría feliz desde el cielo...
En esta celebración se bendijo a una mamá en estado, se tuvo presente también a aquellas madres embarazadas que por prudencia todavía no han hecho público su feliz estado, y se recordó a Adriana que nos escribió desde Popayán (Colombia) pidiendo nuestra oración.
También se bendijo a los recién nacidos en el último año, pidiendo a San Gerardo que los bendiga y proteja en su naciente vida.
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