Después de divertirnos un rato en la poza y refrescarnos, nos pusimos guapos para compartir todos juntos la Eucaristía, y dar gracias a Dios por los días que vamos a estar juntos y en los que El va a estar presente en todas nuestras actividades.
Después tuvimos una velada en la que tuvimos que decidir si ayudar a los Guardianes de los Cuentos, y nos comprometimos a salvar los cuentos del olvido y a recuperar todos los valores que de ellos aprendemos.
Y luego...¡a dormir!!
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