lunes, 6 de junio de 2011

OTRO ESPAÑOL EN LOS ALTARES: BEATO JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA (1600-1659)

especial_palafox.cdr El obispo que más protegió a los indios de la Nueva España, odiado por los Padres de la Compañía, que lo persiguieron incluso después de muerto, el venerable Juan de Palafox y Mendoza ha subido finalmente a los altares, casi 400 años después de su muerte en la Villa soriana de El Burgo de Osma, convertida el Domingo 5 de Junio en corazón del Orbe Católico, entre el gozo y la alegría de las mismas gentes humildes y sencillas a las que dedicó su vida y que defendió hasta la extenuación de los abusos y atropellos del poder temporal y de algunas órdenes religiosas y jerarcas de la propia Iglesia.

«Es asombrosa la lista interminable de santos que España ha dado a la Iglesia». Así empezó su intervención el legado pontificio, el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos y legado del Papa Benedicto XVI, acompañado de otros cuatro príncipes de la Iglesia y de cuarenta arzobispos y prelados, cientos de sacerdotes y miles de fieles fueron testigos de la beatificación del obispo Palafox.c617x266_palafox

Virtudes cristianas
Una elevación a los altares que representa el reconocimiento público y oficial de la Iglesia de que estamos ante alguien que vivió de manera heroica las virtudes cristianas y que representa, por su personalidad tan atrayente para todos, un modelo a imitar, tanto por la riqueza de su espíritu, como por su abnegada vida de servicio y entrega a los demás.

Desde hoy, podrá ser venerado en público y su fiesta litúrgica tendrá lugar el 6 de octubre de cada año. En la carta apostólica mediante la cual el Santo Padre declara beato al obispo Palafox, se fija esta fecha, aunque en principio se planteó el 1 de octubre, pero la coincidencia con la celebración de Santa Teresita del Niño Jesús ha motivado la elección final de ese día, previo a la celebración de la Virgen del Rosario.

Por su parte, el obispo de Osma-Soria, Gerardo Melgar, abrió la ceremonia destacando el rastro imperecedero en la Diócesis oxomanense del nuevo beato «al elevar el nivel espiritual de la misma y su carácter generoso con los pobres hasta el extremo».
La misa reunió a doscientos sacerdotes, entre los que se encontraban cinco cardenales, dos de ellos prefectos de congregaciones vaticanas. Además de Angelo Amato, el cardenal Antonio Cañizares, y el nuncio del Papa en España, Renzo Fratini, concelebraron una ceremonia estuvo marcada por una vigorosa presencia iberoamericana, encabezada por el cardenal de México, arzobispo de Puebla, Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, así como algunos diputados y muchos sacerdotes y fieles.

La representación civil estuvo encabezada por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el vicepresidente tercero del Congreso, Jorge Fernández Díaz; el vicepresidente segundo del Senado de España, Juan José Lucas; el portavoz de la Comisión Constitucional en el Congreso de los Diputados, Jesús Quijano; y el presidente navarro en funciones, Miguel Sanz, entre otros. Entre las sorpresas que deparó el acto –cuyo contenido, su fondo y forma, quedó perfectamente medido–, la imagen del nuevo beato, descubierta durante la ceremonia de beatificación, tras la lectura de la carta de Benedicto XVI, una obra de arte muy aplaudida y que ha sido realizada por la hermana Francis Robles, religiosa agustina del monasterio de la Conversión de la localidad palentina de Becerril de Campos.

Para Benedicto XVI, «el gran reformador»
El Papa Benedicto XVI resaltó ayer desde el hipódromo de Zagreb la figura del obispo Juan de Palafox y Mendoza, del que dijo que era un hombre de vasta cultura y profunda espiritualidad, y un gran reformador. «Nos unimos en oración con todos aquellos que en la catedral de El Burgo de Osma celebran la beatificación de Juan de Palafox, luminosa figura de obispo del siglo XVII en México y España», señaló desde Croacia. El Santo Padre añadió que Juan de Palafox fue un gran reformador y un pastor incansable. «Que el Señor conceda muchos santos pastores a su Iglesia como el beato Juan».

Personalidad poliédrica
El cardenal Amato identificó ayer a Palafox como uno de los personajes más singulares de la santidad. El legado papal ha señalado que Palafox fue un personaje «brillante» y «poliédrico» al encontrarse en él al obispo preocupado por los fieles, al Virrey ocupado en la buena administración, al pensador político, al escritor fecundo y al mecenas de las artes».

Para conocer más www.beatopalafox.es

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