Denuncian apropiación ilegal del terreno por las autoridades de Lahore
Miles de católicos se manifestaron en Lahore, en la provincia paquistaní de Punjab, en contra de la demolición de una capilla y de un taller de costura, alegando que el gobierno se apoderó de la propiedad y de la tierra de manera ilegal.
Con gritos de: "Salvemos las propiedades de la Iglesia" y "rechazamos la mafia de las tierras", los manifestantes bloquearon durante tres horas una carretera frente a los escombros de lo que fue el Goshae e Aman(Esquina de la Paz). "Muchas copias de la Biblia y otros artículos religiosos también fueron destruidos durante la demolición", dijo el padre Emmanuel Yousaf Mani, director nacional de la comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán, quien junto a otros tres sacerdotes, trató de llevar la protesta de modo pacífico.
La Autoridad para el Desarrollo de Lahore tomó posesión ilegalmente de la propiedad de 8.093 metros cuadrados, el pasado 10 de enero. La Iglesia católica ha gestionado el centro durante cincuenta años y anteriormente había utilizado el edificio como un hogar de ancianos, una escuela de niñas y un convento. El edificio, construida en 1887, estaba registrado con el nombre de Asociación Benéfica de Lahore.
Durante la protesta, el padre Mani presentó varios documentos legales a los medios de comunicación. "Tuvimos que ir a los tribunales durante tres años", dijo, y agregó que tres familias católicas han estado viviendo en el edificio. "Llamé al padre Mani cuando llegaron. Las autoridades nos echaron y cortaron el agua, el gas y la electricidad; estábamos indefensos", dijo Agustín George, un profesor que había estado viviendo en el centro. "Sólo pude salvar algunos muebles y algo de ropa. Incluso un ordenador portátil, perteneciente a la Junta de Educación Católica, se lo llevó la policía".
La Iglesia católica condenó en un comunicado de prensa, lo que califica como “una demolición ilegal” del edificio de su propiedad. "Es un ejemplo criminal de la apropiación de tierras por los funcionarios del gobierno", asegura el comunicado.
La Oficina de Coordinación del Distrito, la más alta autoridad en el distrito, demolió el centro sin presentar ninguna documentación legal que respalde el reclamo gubernamental. “El gobierno debe dejar de atropellar los derechos de las minorías religiosas en Pakistán", concluye la nota.
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