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La noche la hemos pasado jugando a una bandera muy especial, en la que el talco y las esponjas han jugado un curioso papel. Ha ganado el equipo de Torres y Paula, y aunque digan que han hecho trampa, no les hagáis caso, sus chavales han jugado con estrategia y tesón, y eso les ha dado la merecida victoria.
En el día de hoy hemos aterrizado en 1945, una de las etapas ahora tan olvidadas pero que marcaron un impacto global para sus habitantes: la Guerra Fría y el enfrentamiento de dos ideologías contrarias, el odio al vecino y la injusticia. Con el Ministerio, hemos aprendido a movernos en territorio enemigo y buscar pistas para resolver los códigos entre aliados.
Por la tarde, con nuestra recompensa por resolver los códigos, hemos podido vivir la experiencia de vivir en distintos países y enfrentar la realidad de nacer de una forma u otra, trabajando, estudiando para tener un puesto mejor, o solamente gastando nuestros ahorros en el divertimento instantáneo.
El Ministerio, así, ha podido sentir en primera mano que lamentablemente, las taras del ser humano a lo largo de la Historia, pueden repetirse en la época actual.
Nos preparamos ahora para la actividad final, en la que competiremos por ser el ganador de la prueba, pero sabiendo que pese a ello, en cualquier guerra no hay hay ningún vencedor real.
Nos vemos mañana, aquí el Ministerio seguirá luchando por salvar nuestra Historia.
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