lunes, 23 de noviembre de 2009

China detiene a seis sacerdotes y los fieles se rebelan celebrando la misa en la calle

La persecución religiosa se ha acentuado aún más en el régimen comunista chino. Este domingo seis sacerdotes cristianos de la iglesia no oficial, la que no se pliega a la dictadura, fueron detenidos. Ante esto, los fieles lanzaron un desafío y unos 500 cristianos decidieron celebrar la misa en un parque.

El líder pastoral de la comunidad, Cui Quan, explicó que dos de los sacerdotes fueron detenidos para ser interrogados el pasado sábado, y que otros cuatro, incluido él mismo, fueron arrestados también este domingo por la mañana, aunque todos salieron en libertad durante la tarde, recoge hoy el diario South China Morning Post.

Cui, que encabeza la comunidad cristiana de Wanbang, de un millar de miembros y situada en el distrito suburbano de Minhang, dijo que la policía les acusó de ser una congregación ilegal, dado que no está registrada ni sometida al control estatal, y que los seis sacerdotes fueron interrogados por separado.

"No tenemos nada que temer, pero sentimos que el ambiente religioso de China ha empeorado mucho recientemente", aseguró Cui. "Para quienes nos mantenemos firmes en nuestras creencias, nuestra fe no hace más que volverse más fuerte, pero para quienes no son tan fuertes, esto es un golpe enorme".


El país asiático permite la "práctica" de cualquier religión, pero sólo dentro de comunidades registradas ante las autoridades, lo que suele implicar la supervisión, si no la designación directa por parte de Pekín, de sus principales líderes religiosos.

Este mismo mes la comunidad pequinesa de Shouwang, con unos 700 fieles, acabó celebrando una misa bajo la nieve después de ser expulsada de su lugar habitual.

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