Todos van muy bien uniformados, ellos de color beige, y ellas con blusa blanca y falda por los tobillos azul marino. Ya pueden llevar los zapatos que quieran, pero hasta hace poco el “papá Estado” obligaba a utilizar zapatos cerrados, si bien los subvencionaba. Esta gente ha estado siempre dependiendo del gobierno de turno, y conformándose con lo que recibían, impidiendo un auténtico desarrollo, y anulando la iniciativa y motivación. Esta mañana los jóvenes uniformados iban a sus colegios, pero al poco rato volvían para sus casas. Esa es la tónica
Lo que se refiere a la Universidad sigue siendo un misterio para mí. Bouaké llegó a tener un gran campus, pero durante la guerra de 2002 fue saqueado y está abandonado, bueno ahora se ha convertido de manera espontánea en un vertedero de basuras.
Mi contacto con la enseñanza ha sido en centros privados de secundaria. Aquí los salarios van por horas trabajadas, pero son bastante bajos e injustos: 0’9€/h - 0’45€ de transporte - precio de tizas. Los buenos centros las pagan a 1000 francos (1’5€), que al mes pueden alcanzar los 90€. Los alumnos pagan por curso 75-100 €, fraccionado en tres pagos como mínimo.
He estado dando algunas clases de español en un “prestigioso” College, para crear un proyecto de intercambio y comunicación con los alumnos de nuestro Colegio Redentorista de Madrid, el Gamo Diana. Es el primer centro privado de toda la Costa de Marfil desde 1966, sólo 6 años después de la Independencia de Francia, tuvo unos 3000 alumnos antes de la guerra de 2002, incluso tres de los actuales ministros han estudiado en “el Victor Hugo”. Hoy son 400 los alumnos, 100 más que el año pasado. La guerra o crisis como aquí le llaman, obligó a demasiadas familias a huir de Bouaké, la capital de los rebeldes y sus hijos dejaron de estudiar. Parece que poco a poco la situación se está restableciendo, pero aún queda
demasiado por hacer. Por lo pronto este ligero aumento de alumnos se vive como un signo de paz y de mucha esperanza. Cuesta demasiado construir sobre lo que en un instante fue destruido. Pese a la “gloriosa” historia de dicho centro, su aspecto recuerda a los Grupos Escolares de nuestros padres o abuelos. Pequeñas aulitas con sus pupitres de madera y sus bancos repletos de chavales. Nada de ventanas, nada de pintura, nada de solería, nada de carteles, nada de mapas, ni de libros, diccionarios (ni de ordenadores por cada dos alumnos). Los alumnos no han sido capaces de situarme España en un dibujo que les hice, para ellos estaba dentro del mismo Mediterráneo, junto a Rusia, en Sudamérica, en Madagascar, o incluso en la mima África (esto sí que es alianza de civilizaciones). Para mi consuelo tampoco supieron situar Francia. Los útiles de trabajo del profesor son, la pizarra (de madera pintada en negro), la tiza, la esponja, un libro de novena mano y su voz. Los de los alumnos, su cuadernito con los pitufos en su portada o el nuevo “superhéroe Obama”, su boli bic, y toda la imaginación y trabajo del mundo. Por cierto una dificultad añadida es que en la misma clase hay chicos de las edades más dispares y motivaciones más diversas.
Quiero agradecer y rendir mi pequeño homenaje a todo el personal que se dedica a la educación de los niños y jóvenes, tanto aquí como en España, con todos las dificultades como sabemos que la comunidad docente sufre. Felicidades a todos por vuestra dedicación, compromiso y entrega. “Enseñar a quien no sabe” es una obra de misericordia que el Padre os sabrá premiar.
Y para todos los estudiantes, “dejarse enseñar”, es simplemente una obra de inteligencia y sentido común, desaprovecharla y dejarla pasar teniendo la oportunidad de estudiar y aprender (y vosotros las tenéis de sobra) sería poco menos que una de las mayores estupideces que podríais hacer. Como aquí se da ánimo: ¡Coraje¡¡¡¡ y adelante¡¡¡¡
Yo por el momento continúo dejándome enseñar por cada una de estas experiencias que Dios me está permitiendo vivir en África. C’est l’Afrique, pues África es mi Maestra y tiene mucho que enseñar.
Hasta la próxima. Miguel C.Ss.R.
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